
Primero, el grupo no me gusta. Nunca me gustará tampoco. Segundo, cómo se le ocurre mandar un saludo a Chile. No soy xenofóbico, pero ¿Chile? quizá Bolivia, Colombia, Uruguay. ¿Chile? Pero los niños perdonan todo, creo que a nadie le importó realmente.
Tercero, los besos. No lo entiendo. Se besó una pareja, después la otra, show mediático para el grito infantil, el huuu típico del colegio, una mini orgía para los sueños de las chicas y chicos que los admiran.
Cuarto, por qué los cuidan tanto. No son los Rolling Stones, ayer en el escenario no cantaron los Beastie Boys, eran los RBD, unos chicos pre fabricados que en unos cuantos años -quizá el próximo espero- desaparecerán y continuarán con las novelas y posiblemente uno de ellos siga en el canto. Es así, siempre ha sido así. Los cuidaron demasiado, dejaron que los gráficos tomaran fotos durante la primera canción, nada más. Hicieron firmar a la prensa en general un documento para que ninguna foto o video sea prestado, vendido o cedido a ningún programa de Tv Azteca, Azteca América, Telemundo, NBC o filiales.
Esto generó molestia entre los periodistas, pero el medio que no firmaba se despedía del show. El cual, a decir verdad, no fue muy bueno.