sábado, octubre 28, 2006

Cuando ellas te miran

Este mundo de la fotografía es nuevo para mí. Soy un novato lo confieso. Primero, mi cámara es demasiado pequeña a comparación de los reporteros gráficos de otros medios, y ya saben, el tamaño a veces nos tiene preocupados, aunque algunos (as) digan que no importa.

Pero ese no es el tema de este post, sino que hay un momento, sobre todo cuando voy a esos eventos frívolos, que las modelos, las actrices, las artistas en general, miran hacia la cámara sin que se los pidas, como adivinando tus pensamientos, y es entonces que uno, uno como yo sin experiencia, se siente atontado, sorprendido, como si esa mirada y sonrisa fueran para uno.

Pero después, cuando se piensa bien, me doy cuenta que no es así, aunque haya escogido tu lente entre tantos para sonreir, pero no es así repito, pues cuántos lentes habrá visto ya, uno por uno, tantos, infiel, regalando miradas sin consentimiento.


Así es el showbusiness, es su trabajo, sonreir, mirar bonito y dejar turulatos a tantos novatos como yo, que se sonrojan atontados.

Foto (1) Una modelo de la cual no sé nada, sólo que miró mi cámara y me dejo tonto por unos segundos. Fue en un evento de L'oreal.

Foto (2) Ana Carina Copelo, en una firma de autógrafos en Plaza San Miguel por su aniversario. A ella sí le pedí que me mirara.

miércoles, octubre 25, 2006

Vedette al desnudo

Estaba en la presentación de la obra Violación, al terminar uno acostumbra (uno, el redactor o fotógrafo) a subir al escenario a hacer lo suyo. En el medio donde trabajo se estila que en las noches, una persona haga dos cosas, las preguntas y las fotos.

Es así que empecé en el mundo básico de la fotogrfía. No soy bueno, lo admito, pero tengo noción de la importancia de la imagen.

Lo que sí desconocía era lo avezada que puede ser esta profesión. Cuando haces preguntas a veces debes dejar miedos y vergüenzas de lado, quizá en esa pregunta que no quieras hacer está la noticia. Lo mismo ocurre con las imágenes.

Estaba tomándole fotos al elenco, cuando de repente salió de vestidores esta vedette, su nombre es Daisy Araujo, desconocida en el showbusiness. Los demás fotógrafos le empezaron a tomar fotos, así que presto me acerqué con mi cámara a hacer lo mismo, fotos aquí, fotos allá, hasta que uno de ellos, no sé cual, le dijo, suelto de huesos, quítate la bata.

Ella respondió que no tenía nada debajo, y ya en coro dijeron: no importa, te cubres con los brazos. Y así lo hizo. Los flashes inundaron su cuerpo y fue, efectivamente, la vedette del momento, requerida, pedida, anhelada.

Duró más de 15 minutos el requerimiento de los fotógrafos. Y ella se fue, así, como si nada. Pero había algo extraño, algo, y días más tarde me di cuenta. Lo postearé más adelante.

lunes, octubre 23, 2006

Sin los subterráneos

Estuve hace dos noches en el concierto de Christina Rosenvinge (¿así se escribe?), debo decir que fui la envidia de las personas a las que le comenté que asistiría a ese concierto, pero no sabía por qué.

Estuve emocionado, algo sin exagerar. Ya cuando estuve ahí, a las nueve en punto como decía la agenda, tuve que esperar un hora y media. 10 y 30 en punto salió la cantante española, envejecida por el obvio pasar de los años. Debo confesar que tiene una bonita voz, no la recordaba, casi nada, al parecer esa etapa de mi niñez (porque era niño cuando sonaban sus hits en la radio) la había olvidado por completo, hasta que la recordé.

Empezó al parecer con una canción antigua, ya que el público coreaba emociando, casi entre lágrimas. Siguió con dos canciones nuevas, donde los fanáticos sonrientes movían la cabeza de un lado a otro, sin abrir la boca y esperando que terminara de una vez por todas para seguir con los temas de antaño.

Tenía su hinchada, no hay que negarlo. Después se mandó con una palabras que yo no entendía, pero todos los demás sí, como descifrando lo que venía, emocionados, gritando, aplaudiendo.

Y empezó el "tú por mí" y la gente, mismo estadio, empezó a delirar. Ahí fue cuando recordé, lamentablemente, que nunca, nunca, me gustó la tal Christina Rosenvinge o Los Subterráneos, recordé que cada vez que escuchaba algunas de sus canciones cambiaba de emisora a ver si encontraba algo mejor.

Tomé algunas fotos, las necesarias, observé al público y di media vuelta, hacia donde decía Exit.

Violación

Shirley Cherres. ¿La reconocen? Alguna vez fue porrista. ¿vedette? ¿actriz? ¿bailarina? Pues nada de eso. Aunque lo intenta. Mal, pero lo intenta. Aquí está en la obra Violación, donde actúa al lado de Paco Ferrer, una vedette desconocida y un tipo con nombre de futbolista.

No recuerdo el nombre de su personaje, gracias al Señor también estoy olvidando la obra, fueron las dos horas más estúpidas de mi vida. Pérdida total del tiempo, la inmortalidad del mosquito es más interesante que este bodrio.

Parecía el mundo bizarro, la gente reía con las bromas grotescas, algunos hombres se relamían con las exageradas y desproporcionadas curvas de Cherres, un insulto al ojo no acostumbrado a este espectáculo.

Esta foto corresponde a la escena final de la obra, es en este momento, justo después de practicarle sexo oral al caficho del cabaret, cual Lorena Bobbit, le corta el pene sin miramiento, sin sangre ni nada. Lo que me llama la atención de sobremanera, es el pene que levanta como trofeo ante un público sonriente y morboso. Este pene está, evidentemente, aún erecto, maravilla de la naturaleza, ¿no?.

La obra es una porquería, malísima, malas actuaciones, el tema pudo ser explotado mejor, si fueran otros actores quizá los dialogos no serían tomados a la broma, pues imagino que la puesta en escena es dramática, pero en los momentos de crisis la gente ríe, se burla. Shirley por supuesto estaba feliz, me lo dijo, incluso se mandó a decir que no todos consiguen protagónicos como ella y que estaba animada a conducir un programa juvenil. Ella ve como un logro (y de repente lo es) el haberse negado a hacer un topples en la obra, que eso la lleva a ser una actriz con seriedad. No recuerdo el nombre del director, pero no debería hacer teatro nunca más.

En el showbusiness...

Mi primera entrada. Este es, pues, un blog de espectáculo, o eso intenta ser. Agradezco al chachatroso por mostrarme este insospechado mundo blog, que me permitirá mostrar el mundo de la farándula limeña, pobre, estúpida y llena de poses.

Debo confesar que soy nuevo en el Showbusiness, antes estuve en culturales y política que, por razones de fuerza mayor, tuve que dejar y anclar en el espectáculo. Empezaré con mis dos últimas comisiones, diferentes y extrañas.