
Pero ese no es el tema de este post, sino que hay un momento, sobre todo cuando voy a esos eventos frívolos, que las modelos, las actrices, las artistas en general, miran hacia la cámara sin que se los pidas, como adivinando tus pensamientos, y es entonces que uno, uno como yo sin experiencia, se siente atontado, sorprendido, como si esa mirada y sonrisa fueran para uno.
Pero después, cuando se piensa bien, me doy cuenta que no es así, aunque haya escogido tu lente entre tantos para sonreir, pero no es así repito, pues cuántos lentes habrá visto ya, uno por uno, tantos, infiel, regalando miradas sin consentimiento.

Así es el showbusiness, es su trabajo, sonreir, mirar bonito y dejar turulatos a tantos novatos como yo, que se sonrojan atontados.
Foto (1) Una modelo de la cual no sé nada, sólo que miró mi cámara y me dejo tonto por unos segundos. Fue en un evento de L'oreal.
Foto (2) Ana Carina Copelo, en una firma de autógrafos en Plaza San Miguel por su aniversario. A ella sí le pedí que me mirara.