lunes, noviembre 13, 2006

Los atraen como moscas

Estuve hace unos días en un desfile organizado por el inefable Nino Peñaloza, De aquí tres conclusiones. La primera, que Nino es un tipo realmente despreciable, qué problemas tendrá con la prensa que no dejó trabajar a uno tranquilo, dejando sin facilidades a todos lo colegas, teniendo que estar entre el tumulto de gente esperando alguna declaración.

De aquí la segunda conclusión, salía Angie Jibaja con otra modelo, la gente esperaba ansiosa al lado del vestidor, cuando sale, la gente se va encima, las asedian como a estrella de Hollywood. La primera modelo se molesta, muestra su incomodidad, cuánto cholo, habrá pensado pero hasta cierto punto su molestia es comprensible, pues bastante gente se fue de mano, y llegó a tantear zonas prohibidas, pero lo que ocurrió después me sacó de dudas.

Angie no estaba molesta, sonreía, no le incomodaba tanto la presencia apretujada de la gente, al contrario, regalaba besos volados, saludaba, incluso firmó, ya dentro del auto, un autógrafo. AL parecer una sincera muestra de humildad y sencillez, pues no había cámaras que la captaran, ni una sola.

Tercera conclusión. Otra vez los fotógrafos desconocidos. Al principio no lo notaba, soy nuevo en esto, y veía varios fotógrafos, muchos, de tantas formas y colores, y ellos prestos siempre a todas las tomas, intrépidos con sus cámaras, orgullosos ellos. Conversando una vez con uno de ellos, me confesó que algunos de ellos no eran de medios de comunicación, sino capataban modelos o vendían fotos. Este fotógrafo con quien conversaba era un supuesto agente de modelos, siempre lo encuentro a él, y a los otros, en eventos donde hay mujeres, ya sean vedettes, desfiles de modas, concursos de belleza. Ahí los he visto siempre, en esos eventos. Cuando son vedettes, se acercan a conversar con ellas, tomas su número telefónico y se van.

En los concursos, como el Miss Teen (en la foto) también aprovecharon para pedir datos a las inexpertas modelos. En desfiles como este, a veces no van, pues en algunas ocasiones el ingreso es con acreditación, aunque muchos de ellos trabajan en webs de modelaje desconocidas. No acuso a nadie, pero el mismo fotógrafo con quien conversaba, que no era de una web de modelaje, me dijo que algunos de ellos no venían con intenciones periodísticas, sino con fines más bajos y carnales.

Después de decir esto, se fue a tomar algunos datos de las jóvenes modelos como e-mails o teléfonos, prometiendo convertirlas en estrellas.

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